El destino de las tiendas online y las físicas no tiene por qué discurrir de manera paralela. Así, si tienes un negocio y vendes de las dos formas, puedes aplicar una serie de estrategias que te ayudarán a atraer clientela gracias a una simbiosis perfecta entre ambas fórmulas. Eso sí, necesitas contar con el mejor software para tienda si quieres hacerlo posible.
Lo cierto es que relación entre las tiendas físicas y las tiendas online siempre ha sido un tanto peculiar por no decir mala. De hecho, en los albores de la web, cuando la desconfianza por la compra en internet imperaba, los clientes se informaban en ella acerca de un producto en cuestión y luego se lanzaban a patear las calles en busca de ese comercio al uso, de toda la vida, donde podían comprar ese producto del que se habían estado empapando en la web.
Webrooming o ROPO y showrooming
Este fenómeno, por supuesto, tenía un nombre y se hacía llamar webrooming. También es cierto que apenas encontrábamos ecommerce y que las marcas se limitaban a informar sobre sus productos o indicar a sus posibles clientes –mediante un mapa– en qué tiendas podían hacerse con sus artículos.
Quizás muchos, tras leer estas líneas, hayan dicho aquello de “¡Ah!, claro. Es verdad. Ahora lo recuerdo”. A otros, por supuesto, su juventud les impide tener estos recuerdos, pero seguro que les resultará curioso.
Aunque es cierto que continúan los convencidos del ROPO (Research Online Purchase Offline), búsqueda online, compra offline. Pero sinceramente son una especie en extinción.
Después pasó lo que pasó, y la confianza del consumidor por la web y las inmensas opciones de compra con la irrupción masiva de comercios electrónicos, cambió el panorama, y el consumidor se echó en brazos de este fenómeno. “¡Qué bueno que viniste, comercio online!”, parecían decir. Pero seguían un tanto recelosos del producto, pues no podían verlo, palparlo o probárselo, así que buscaban la tienda física para ver el artículo e incluso probárselo y luego se iban con las manos vacías, pero con la firme intención de comprarlo en la web porque ahí lo tenían más barato.
Sí, esto era el showrooming que tanta indignación suscitó entre el gremio de comerciantes. Esta tendencia, por cierto, todavía perdura. De hecho, conviene recordar que hace tan solo unos meses la consejera de Economía y Hacienda de Castilla y León, Pilar del Olmo, propuso que las tiendas comenzaran a cobrar a los clientes por usar los probadores.
Y el último paso lo ha dado Amazon con la opción de probarse en casa varias prendas y luego devolverlas. Efectivamente, hablamos de Amazon Prime Wardrobe donde el cobro se hace una vez que has devuelto las que no quieres.
En definitiva, observamos que la relación entre ambas opciones varía y se ha convertido prácticamente en una relación de pareja llena de altibajos.
¿Es posible que las tiendas online y físicas se beneficien mutuamente?
Sin embargo, esta extraña relación entre ambas carece de sentido, pues lo lógico es apostar por una simbiosis que permita que las dos se beneficien. De hecho, los propietarios avispados ya se están percatando de ello y defienden ideas que rebosan ventajas tanto para una como para otra.
Pero conviene que no olvidemos que este matrimonio perfecto requiere la mejor tecnología, en este caso un software para tienda adecuado a los fines que perseguimos. Dicho esto vamos a verlo con más detenimiento:
- Ven a recogerlo a la tienda. Una opción para nuestros clientes y que permite que la tienda online se enriquezca con la física es la posibilidad de recoger los pedidos en esta última. ¿Las ventajas? Ahorro de tiempo, colas con respecto a la compra en la tienda convencional y evitar los gastos de envío consustanciales al online.
- Devolver en la tienda física lo que se ha comprado online. Por supuesto, otra ventaja es la de poder depositar en una tienda física los artículos que nos han llegado a casa tras comprarlos en el ecommerce de la firma. Siempre habrá una opción de comprar algo más que no tenias en mente.
- Descuentos en canal inverso. Una compra física se puede convertir en un descuento para la tienda online y viceversa. ¿Qué te parece? ¿Lo habías pensado? De esta manera, el cliente puede interesarse por repetir la experiencia gracias a un código de descuento en el ecommerce. Se lo ponemos muy fácil: descuento y online, ¿qué más puede pedir? Por supuesto, también podemos ofrecerle gastos de envío gratis o un obsequio al realizar esa compra. Además, los clientes que opten por la compra digital pueden recibir con su paquete un cupón de descuento para emplearlo en nuestra tienda física. Que tenga o no un límite de tiempo para su uso, ya lo dejamos a tu arbitrio.
- Ofrecer productos exclusivos únicamente disponibles de forma online u offline, pero de forma ventajosa para el cliente.
- Acumular puntos o saldo por sucesivas compras que puede otorgarle beneficios tanto en la tienda online como en la física.
- Dropshipping interno. Es posible que el cliente acuda a nuestra tienda física pero que no tengamos la talla o el producto que desea en ese momento. Carece de sentido que le digamos que regrese en un par de días, porque seguramente no lo hará. Pero que no cunda el pánico. Este cliente no se nos escapa. Así, podemos optar por gestionar el pedido, le cobramos, tomamos los datos de su dirección y le llegará a casa directamente sin necesidad de volver a pasar por la tienda. La fusión perfecta entre lo físico y lo online.
Debemos incidir en que estas posibilidades son en su mayoría posibles gracias a un software para tienda capaz de aunar las dos vertientes de nuestro negocio. De lo contrario, estaríamos abocados al fracaso.
Evidentemente únicamente hemos expuesto unas cuantas ideas, pero seguro que se te ocurren muchas más para que lo online y lo offline se lleven estupendamente (por fin).