Montar una tienda física es una de las opciones más populares de los empresarios. Aunque es cierto que el mundo online se está comiendo gran parte del sector de las ventas, pues parece que le hemos cogido al gusto a comprar a golpe de click y repantigados en el sofá de casa, las tiendas físicas continúan siendo estupendas opciones empresariales. Sin embargo, es conveniente aportarles un toque diferente, pensar mucho la clase de productos que vamos a ofrecer y, sobre todo, innovar pues el cliente de ahora dista mucho del que encontrábamos hace tan solo cinco años.
Sin embargo, no resulta fácil manejar toda la información, pues es una tarea que requiere meses de preparación. Sin embargo, en TPV online queremos arrimar el hombro. Por lo tanto, si te has propuesto montar un negocio, vamos a ver si en este post te podemos ayudar.
1. Un estudio de mercado que piense en todo
Antes que nada debemos saber qué encaje tendría nuestro negocio en la zona donde queremos abrir la tienda. Así, conviene que estudiemos aspectos como la competencia, el poder adquisitivo de los residentes… Sin ir más lejos, no tiene mucho sentido que montes una tienda de productos gourmet en una zona cuyos vecinos presentan altas tasas de desempleo. En definitiva, la elección del local es primordial. Importa mucho su ubicación, pues debe hallarse en áreas frecuentadas. Lo más adecuado es ubicarse a la vera de tiendas y supermercados que gozan de gran clientela y por donde la gente acostumbre a pasear. Tampoco debemos pagar una cantidad demasiado exagerada en concepto de alquiler. No temas renegociar el precio. Cualquier rebaja, aunque sea de 25 euros mensuales, puede resultar de gran ayuda a largo plazo. Tenemos que ajustar gastos para que la viabilidad de nuestro negocio, sobre todo durante los primeros meses, no se vea comprometida.
2. Los proveedores ideales
Otro de los puntos más controvertidos es el tema de contar con los proveedores adecuados. Lo cierto es que no siempre resulta fácil, pues queremos productos diferentes, de calidad, que no los tenga la competencia y, sobre todo, a precios económicos. No en vano, es habitual encontrar proveedores que nos piden un gran volumen de pedidos de productos que no sabemos si serán rentables y que, por lo tanto, pueden acabar durante meses cogiendo polvo en los estantes.
Aunque internet se ha convertido en un gran filón para la búsqueda de proveedores, las ferias, salones o convenciones siguen siendo estupendos lugares donde encontrarse con ellos, conocerlos y negociar precios de una manera más íntima.
3. Reformar el local para que llame poderosamente la atención
Es probable que el local que has escogido necesite ciertas mejoras para adaptarla a tus gustos y que presente cierta coherencia con la imagen que quieres transmitir a tus clientes. Es obvio que comemos por los ojos y con las tiendas nos ocurre lo mismo, una presentación esmerada, coqueta e imaginativa puede convertirse en un auténtico reclamo, pues llama la atención y despierta la curiosidad de los clientes. Pero no te pongas manos a la obra porque sí. Antes necesitas pedir una licencia de obra menor en el ayuntamiento. El precio de la tasa de la licencia de obra es competencia del ayuntamiento, pero ya te adelantamos que normalmente se paga el 4 % del presupuesto de la obra.
4. ¿Cuánto dinero vas a destinar a los muebles de tu tienda?
Asigna un presupuesto y no olvides escoger un mobiliario funcional, pero también bonito y estético. Las tiendas actuales deben mimar cada detalle pues los clientes se han convertido en unos sibaritas y quieren establecimientos dignos de figurar en su galería de Instagram.
5. Frentes administrativos: tasas de licencia y apertura
Dicha licencia es un documento que acredita que tu local cumple con todo lo necesario. Si pasado un tiempo, decides mudarte a otro local, tranquilo, no hará falta una nueva licencia pues ésta se concede al dueño del negocio, no a un espacio físico concreto. Pero ¿cuánto tendrás que pagar por ella? Este importe es discrecional del ayuntamiento. Su cuantía dependerá de la actividad, de la superficie e incluso de la zona del municipio, pues es posible que en ciertas áreas dentro de la misma localidad se pague más o incluso menos.
6. Lo más barato para una tienda: conviértete en autónomo
Esta es la fórmula más rápida para poner en funcionamiento tu nuevo negocio. Si quieres decantarte por una SL, es posible que esto encarezca tu aventura empresarial. Actualmente resulta más fácil que nunca convertirse en autónomo gracias a las facilidades que se han ido aprobando. Así, durante los primeros meses pagarás 50 euros de cuota de trabajador autónomo. Poco a poco irá incrementándose hasta alcanzar la cuota general.
7. Un Terminal de Punto de Venta (TPV) que esté al pie del cañón
Nos hemos dejado para el final la especialidad de la casa. Sí, los TPV y el correspondiente software que hace posible que podamos cobrar a nuestros clientes.
No creas que un TPV es un mero sistema informático para cobrar a la clientela. Quizás eso fuera en sus inicios, ahora ha evolucionado hasta transformarse en la auténtica mano derecha de cualquier empresario.
De hecho, el TPV en nuestra tienda pueda ayudarnos a esto y mucho más:
- Información acerca de nuestras existencias.
- Control e información de los clientes.
- Ahorrar tiempo pues permite elaborar eficaces y útiles informes.
- Control desde cualquier punto. Desde casa, desde tu misma tienda… Cualquier lugar es bueno para que no perder detalle de todo lo que ocurre en nuestro negocio.
En definitiva, montar una tienda física es una decisión que merece toda tu atención, además de kilos de ilusión (que seguro que no faltarán), y, sobre todo, que tengas muchas ganas de trabajar por la prosperidad de un negocio incipiente.